El primer baño de tu bebé es un momento que puede ponerte muy nerviosa, sobre todo si es tu primera vez bañando a un recién nacido; es natural sentir temor de no hacerlo bien, sin embargo, con un poco de preparación y los consejos que hemos traído para ti en esta ocasión, conseguirás hacer de esta experiencia un momento especial para ambos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), para prevenir que al bebé le dé hipotermia o que su piel se reseque, el primer baño de un recién nacido debe llevarse a cabo como mínimo 6 horas después de su nacimiento e idealmente, 24 horas después.
También se recomienda dar baños de esponja al bebé hasta que el cordón umbilical se haya desprendido por sí solo, esto puede tardar un par de semanas. Sin embargo, no está prohibido hacerlo en tina desde el inicio, sólo debes asegurarte antes de vestir a tu bebé, que el área del cordón umbilical esté perfectamente seca.
Una vez dicho esto, ahora si vamos con las recomendaciones para el primer baño de tu bebé en tina.
1.- Prepara todo lo que necesitas
Antes de desvestir a tu bebé asegúrate de tener a la mano todo lo que vas a necesitar. Pañales, jabón, crema y shampoo KleenBebé® no pueden faltar, así como toalla, esponja y su ropa. Debes tenerlo todo al alcance para evitar dejarlo solo.
2.- Crea un ambiente tranquilo
Poner música tranquila a un volúmen bajo, hablarle con voz calmada y utilizar juguetes adecuados para la hora del baño, pueden ayudarte a crear una experiencia agradable para tu bebé.
3. Prepara la tina
Una de las preguntas más frecuentes, es cuánta agua se debe utilizar y a qué temperatura debe estar. La respuesta es que debes llenar la tina aproximadamente 5 centímetros de altura. Respecto a la temperatura, el agua debe estar entre 36 a 37 grados centígrados; si te es posible compra un termómetro especial para ello, sino introduce el codo para asegurarte que el agua sea agradable al contacto con la piel.
4. Sujétalo con seguridad
Ponte en la posición más cómoda que puedas, ya que con una mano tendrás que sostener la cabeza y el cuello de tu bebé durante todo el baño y esto puede ser cansado. Con la otra, sujeta el resto de su cuerpo e introdúcelo en el agua; una vez que esté apoyado correctamente en la tina, podrás retirar tu mano de su espalda.
5. Límpialo suavemente
Con una esponja suave, y jabón KleenBebé® talla con delicadeza todo su cuerpo. Para limpiar su carita utiliza una toallita de tela húmeda y no olvides masajear suavemente su cabecita con Shampoo KleenBebé®, dejará su cabello suave y limpio.
6. Después del baño
Al sacar a tu bebé del agua, envuélvelo rápidamente en la toalla para evitar que le de frío. Sécalo muy bien, pero con cuidado, colócale una delgada capa de crema KleenBebé ® y vístelo cuanto antes.
No te preocupes si la primera vez no sale como te las imaginabas. Bañar a un bebé puede ser un desafío, pero con la práctica te sentirás más segura y tu bebé se acostumbrará a la rutina del baño.